Impacto del Liderazgo en la Salud Mental de la Organización
¿Puede el estilo de liderazgo condicionar la salud mental del equipo y/o de la organización?
Dicen del liderazgo que es la capacidad de influir en los demás, la capacidad de persuadir (en positivo) para conseguir que las personas quieran formar parte de tu proyecto y además que lo hagan con entusiasmo y con pasión buscando lograr unos objetivos comunes.
Todos sabemos que existen diferentes clasificaciones y definiciones para los tipos de liderazgo existentes, todos ellos válidos pero si os parece hoy nos paramos en el enfoque del conocido Daniel Goleman, prestigioso psicólogo, estudioso del cerebro y de las ciencias del comportamiento que popularizó el maravilloso concepto de la Inteligencia Emocional y su influencia en las organizaciones y en el liderazgo.
Una investigación realizada por la firma consultora Hay/McBer, basada en una muestra aleatoria de
3.871 ejecutivos, seleccionados de una base de datos de más de 20.000 ejecutivos en todo el mundo, revela mucho del misterio del liderazgo eficaz. El estudio descubrió seis estilos de liderazgo distintos, cada uno de los cuales surge de diferentes componentes de la inteligencia emocional:
- Liderazgo Coercitivo: exige cumplimiento inmediato “Haz esto!”. Está orientado al logro, tiene iniciativa, funciona mejor en entornos de transformación o con empleados problema.
- Liderazgo Orientativo: moviliza a las personas hacia una visión “ven conmigo”, son personas con autoconfianza, empatía y catalizadores del cambio. Su entorno óptimo es para brindar una visión nueva u orientación clara
- Liderazgo Afiliativo: crea armonía y construye lazos emocionales “Las personas son lo primero”. Destacan por su empatía, por la construcción de relaciones, por su estilo de comunicación. Son buenos resolviendo conflictos en los equipos y motivan ante situaciones estresantes.
- Liderazgo Democrático: forja consenso mediante la participación, ¿qué piensas tú? Es colaborador, lidera el equipo, cuida la comunicación. Destaca en la búsqueda de consenso y obtener aportes de empleados valiosos.
- Liderazgo Ejemplar: Fija altos estándares para el desempeño “Haz como yo, ahora”. Conciencia, orientación al logro, iniciativa son sus señas de identidad. Es bueno para obtener resultados rápidos de un equipo motivado y competente.
- Liderazgo Formativo: Desarrolla a las personas para el futuro “Intenta esto”. Destaca por su orientación al desarrollo de las personas de su equipo, empatía, autoconciencia. Es un elemento valioso para ayudar a alguien a mejorar el desempeño o las fortalezas a largo plazo.
Estamos seguros de que, según ibas leyéndolo le ibas poniendo cara, nombre y apellidos a cada uno de los estilos, no nos engañemos, lo hemos hecho todos. También habrás pensado que los grandes líderes que conoces tienen un poco de este estilo, un poco de ese y gran cantidad de aquel.
Pues bien, la cuestión es que, efectivamente, no te falta razón. En un artículo de Harvard Business Review Daniel Goleman compartía:
“Nuevas investigaciones sugieren que los ejecutivos más eficaces usan una colección de estilos de liderazgo distintivos; cada uno en la medida justa, en el momento preciso. Tal flexibilidad es difícil de poner en acción, pero rinde frutos en el desempeño. Y mejor aún, se puede aprender.”
Y ligándolo con la cuestión de nuestro artículo… ¿Puede el estilo de liderazgo condicionar la salud mental del equipo y/o de la organización? ¿qué opinas?
Pues te diré que tras décadas de hablar de liderazgo existen estudios que demuestran que el estilo de liderazgo impacta en algunos impulsores del clima o ambiente de trabajo: flexibilidad, responsabilidad, estándares, recompensas, claridad, compromiso.
Algo que impacta en el clima o ambiente de trabajo va a condicionar unos niveles de satisfacción entre los empleados e incluso puede llegar a afectar a la salud mental, en positivo o en negativo.
Daniel Goleman esgrimió el concepto de inteligencia emocional y lo desarrolló demostrándonos cómo la inteligencia emocional es una herramienta potentísima en la gestión de las relaciones pesonales a todos los niveles, lo incluye las relaciones entre líderes y las personas de sus equipos.
Fue en una etapa posterior del estudio que identificaron cuáles eran las capacidades de la inteligencia emocional que impulsan los seis estilos de liderazgo: autocontrol, habilidades sociales, capacidad de empatizar…. Debo confesaros que este es un tema apasionante que daría para otro artículo. Ahí lo dejamos…
Volviendo a los estilos de liderazgo y su relación con el clima laboral, concretaron que 2 tipos de liderazgo impactaban negativamente de forma general en el clima laboral: el liderazgo coercitivo y el liderazgo ejemplar.
Una encuesta de clima laboral con resultados negativos es un mensaje a voces de las personas del equipo.
Si no analizamos correctamente y no tomamos las acciones necesarias para mejorarla corremos el riesgo de que la situación vaya a peor empezando a dar los primeros síntomas de lo que podría ser una “Organización mentalmente enferma”. Ya sabemos que una encuesta de clima laboral no sólo se basa en evaluar las conductas de los líderes pero la realidad es que, en casi todas las organizaciones, es una parte crítica de la misma.
Los problemas de Salud Mental en el entorno laboral tienen diferentes tarjetas de presentación: estrés, ansiedad, absentismo, desmotivación, conflicto, acoso, disminución del desempeño… y un largo etc de síntomas y situaciones que nos pueden llevar a pensar que algo no está funcionando bien en el entorno de nuestro equipo.
“Es necesario entender cómo las condiciones de trabajo pueden generar riesgos psicosociales y evaluarlos”
Es necesario que echemos un vistazo a las condiciones de trabajo que pueden generar riesgos psicosociales, y la necesidad de evaluarlos y cuantificarlos para que entendamos y podamos tomar acción, tengan relación o no con el estilo de liderazgo: demandas laborales que superan los recursos del trabajador/a, exposición a situaciones críticas, exposición a violencia física o psicológica en el puesto de trabajo, relaciones interpersonales que incluyen al “jefe”, la inseguridad laboral, falta de flexibilidad que dificulta la conciliación laboral, familiar y personal, el trabajo emocional, la sobrecarga, el bajo control sobre la tarea, la falta de apoyo, los horarios prolongados, la indefinición de rol, el excesivo control, la baja remuneración…. Podríamos continuar con un largo listado pero, si os parece, lo dejamos para otro artículo.
¿Tienes ya la respuesta de si puede el estilo de liderazgo condicionar la salud mental del equipo y/o de la organización? Mi respuesta es SI, pero como hemos podido ver, no es el único factor que influye en la salud mental de las organizaciones. Hay muchos otros que deberemos tener en cuenta si queremos analizar y mejorar la salud mental de nuestros equipos.
Te esperamos en el próximo “Rincón de Pensar”, con P… de Prevennova